El Gobierno de Corrientes, a través del Instituto de Cultura, organiza la cuarta edición de la Feria de Arte Contemporáneo de Corrientes —ArteCo 2022—, con actividades que se realizarán del 16 al 19 de junio próximo.
La muestra de Catalina Chervin se expondrá en el Salón de los Pasos Perdidos de la Legislatura provincial. La apertura será a las 12 del 17 de junio. La muestra se extenderá por un mes. Cabe señalar que esta es una actividad en conjunto entre el Instituto de Cultura de la Provincia y Cultura Senado. Catalina recibirá en este marco la máxima distinción que otorga el Senado. Reconocimiento General Libertador General San Martín, la misma será entregada por el vicegobernador de la Provincia Néstor Pedro Braillard Poccard.
El presidente del Instituto de Cultura, arquitecto Gabriel Romero, comentó que “esta es la oportunidad de conocer por primera vez la obra de la artista correntina Catalina Chervin”. Ella nació aquí y hoy reparte su tiempo entre Buenos Aires y las principales ciudades del mundo. Catalina Chervin se formó en los talleres de importantes maestros argentinos como, Juana Butler, Teresio Fara, Kenneth Kemble, Ideal Sánchez, Eolo Pons, Emilio Renart, entre otros. Durante muchos años trabajó como artista en residencia en la ciudad de Nueva York. Allí también tuvo participación en el taller de grabado de Robert Blackburn y con el maestro master printer Takuji Hamanaka. Sus obras están en los principales museos del mundo.
“Me siento muy honrada con esta invitación para participar de la cuarta edición de ArteCo 2022 Sé que están haciendo un esfuerzo por el arte muy importante”, valoró Chervin. “Hablé con Julio Sánchez, el curador de esta edición a quien respeto mucho. Él vino al taller, y juntos seleccionamos las obras que vamos a llevar a Corrientes”, comentó la artista.

Dibujos y grabados
Catalina traerá a la ciudad sus obras en el marco de la cuarta edición de ArteCo 2022, donde podrán conocerse sus dibujos y grabados. Además, en la sala estará disponible en pantallas un video que ya presentó sobre sus obras en Buenos Aires y en New York. “Este trabajo audiovisual lo realicé con Pablo Messil quien hizo el video, y la música es de la compositora Analía Rosemberg”, explicó.
Lleva 32 años haciendo arte y es la primera vez que llega a Corrientes. Cabe señalar que durante estos años reparte su vida entre Buenos Aires y Nueva York. En Estados Unidos trabaja en el taller de grabado Robert Blackburn Printmarking Workshop y con los masters-printers Lothar Osterburg, Kathy Caraccio y Devraj Dakoji.
“Por alguna razón el grabado no está muy considerado dentro del arte. Por eso me interesa llevar a Corrientes estas obras, una serie de retratos y otra en edición variable, esto quiere decir que con la misma chapa trabajo con distintas tintas. Todas las obras son diferentes.
Tengo muchas obras pero no puedo llevar todo, además en el video se podrá ver más sobre mi producción artística”, describió.
El arte moviliza
La génesis de la obra de Catalina es un grafismo. Después se construye la imagen, que en muchos casos llevan rostros, una serie que ha producido y que tiene directa conexión con una representación de la represión que vivió el país bajo la última dictadura militar.
“León Ferrari decía que éramos parientes porque teníamos la misma técnica para empezar a trabajar la obra de arte. Mi primer dibujo fue un signo de pregunta con el grafismo. Para mí el arte es un signo de pregunta. Es un continuo cuestionamiento de la realidad y de la irrealidad.
El arte es cuestionamiento”, describe Chervin sobre el proceso creativo.
Las obras de Catalina Chervin están esparcidas por diferentes galerías del mundo. Aclara que no tuvo padrinos, que fue abriéndose camino con mucho trabajo. Desde aquella primera línea en forma de interrogación busca que haya un diálogo entre su obra y un espectador. “Deseo que mi obra produzca algo, que provoque algo o que agregue algo a la vida de las personas, porque de lo contrario nada tendrá sentido. El arte es sacrificio. Me paso la vida en el taller y si no aporto nada al mundo, para qué estoy acá trabajando. Creo en la emoción que produce el arte, emoción que despierta una obra y moviliza a las personas”, destacó.

Texto curatorial de la muestra en Legislatura
Por Julio Sánchez, curador.
Catalina Chervin es una correntina de reconocimiento internacional y ponderada por grandes críticos de Europa y los Estados Unidos, se formó en Buenos Aires tanto en escuelas de arte como en talleres de grandes maestros como Kenneth Kemble, Ideal Sánchez, Emilio Renart y otros. Hace más de tres décadas que trabaja en Nueva York, y desde 1980 expone en la Argentina y en importantes galerías internacionales. En 2020 el Museo de Arte Contemporáneo de Buenos Aires, le dedicó una consagratoria muestra, Atmósferas y entropías, curada por el prestigioso investigador Ángel Navarro, acompañada de un magnífico catálogo.
Acercarse a la obra de Chervin no es tarea sencilla, son varios años de trabajo que abarcan diferentes series y estímulos. Suele combinar técnicas variadas como el grabado, dibujo a lápiz, tinta, carbón y otras. Entre sus motivaciones ella misma se refiere a sus abuelos y a su madre, rusos judíos perseguidos y emigrados, como así también a los años de dictadura militar que vivió en los años ´70 en Buenos Aires que la obligaron a exiliarse. Cada una de sus obras está lograda con una minuciosidad casi exasperante, línea por línea, aquello que de lejos parece un gran nubarrón está logrado con trazos minúsculos que nacen del impulso que le dicta el mismo soporte del papel, o la tinta o el carbón que use en ese momento. Quienes estén familiarizados con la alquimia podrán reconocer en sus obras la fase nigredo, la primera de las tres partes más importantes del proceso de transmutación de la materia en espíritu, o dicho en términos profanos, del plomo al oro. En términos de psicología junguiana, nigredo es la fase de confusión, o desorientación que sufre tanto el individuo como el inconsciente colectivo. Las obras de Catalina constituyen un Opus Nigrum, una “obra negra”, tal como Marguerite Yourcenar tituló a su novela más formidable, es decir el conjunto de pruebas que debe superar el espíritu que busca liberarse y trascender. La tarea no es fácil, de hecho, Gustav Jung -el gran pensador y psicólogo suizo- dicen que son pocas las personas que se atreven y apunta “No es mirando a la luz como se vuelve uno luminoso, sino hundiéndose en la oscuridad. Pero esta labor es a menudo desagradable y, por tanto, impopular”. Catalina es una de ella, se planta
con una obra nocturna y abismal, señalando la oscuridad que debe ser iluminada.